ÁFRICA/ZIMBABWE - Un comunicado de todas las Iglesias cristianas de Zimbabwe responde y denuncia: “es nuestro deber cristiano y pastoral pedir la revocación inmediata de leyes injustas y represivas”

lunes, 6 septiembre 2004

Harare (Agenzia Fides)- Las Iglesias cristianas unidas en pedir que finalicen los ataques organizados por personalidades amigas del gobierno hacia organizaciones cristianas, “Constatamos con gran preocupación los recientes ataques contra los representantes, los miembros y las organizaciones de las Iglesias cristianas en Zimbabwe por parte de los medios de comunicación estatales y de representantes del Estado” se lee en un comunicado, firmado por la Iglesia católica y por la Comisión Católica de Justicia y Paz. “Las críticas injustificadas y llenas de odio hacia el Arzobispo de Bulawayo, mons. Pius Ncube, los esfuerzos para dividir y difamar legítimas instituciones eclesiásticas como la Comisión Católica de Justicia y Paz, la Archidiócesis católica de Harare y la Iglesia Evangélica de Zimbabwe demuestran un desprecio y una cultura de la intolerancia que forman parte de la presente demonización de las organizaciones de la sociedad civil y de las Iglesias por parte del gobierno de Zimbabwe”.
El comunicado recuerda que “las Iglesias cristianas de Zimbabwe han sido siempre la voz profética y la conciencia de la nación” y corrobora la solidaridad de los firmantes hacia el nuevo Arzobispo de Harare, Robert Ndlovu, que ha sido fuertemente criticado por el Presidente Robert Mugabe.
El día de su toma de posesión en la Archidiócesis de Harare, el 21 de agosto de este año, en su homilía, el Cardinal Ndlovu había recordado el papel de la Iglesia en promover y defender los derechos humanos, como el derecho a la vida y la libertad de palabra y de asociación. El Presidente Mugabe ha atacado al Arzobispo acusando la Iglesia de “entrometerse en la política”. El comunicado responde a estas acusaciones afirmando: “Cuando los representantes o los miembros de la Iglesia alzan su voz para recordar proféticamente el respeto de los derechos dados por Dios al pueblo de Zimbabwe, se trata de la expresión de la vocación profunda de la Iglesia y de la comunidad cristiana. Acusar a la Iglesia de entrometerse en la políticaa demuestra la falta de toda comprensión del papel y de la tarea que Dios le ha confiado a la Iglesia”.
Por tanto, los firmantes del comunicado rechazan “los intentos de distorsionar nuestra imagen y de dividir las Iglesias cristianas y los miembros de la comunidad cristiana en nuestro país. Apoyamos con fuerza los líderes de todas las denominaciones cristianas cuando alzan la voz de la Iglesia en favor de los que no tienen voz y proféticamente proclaman el respeto de la justicia, de la veridad y de la paz en nuestro país”.
En este sentido “es nuestro deber cristiano y pastoral pedir la revocación inmediata de leyes injustas y represivas, responsables de la reducción de los espacios de democracia de la población”.
Desde hace el año 2000, en Zimbabwe hay un fuerte enfrentamiento entre el Presidente Mugabe y la oposición que acusa al Presidente mismo de llevar una política demagógica con la confiscación de las tierras de los agricultores de origen europea y de amenazar las libertades de la población. (L.M.) (Agenzia Fides 6/9/2004 - líneas 41; palabras 485)


Compartir: