VATICANO - El Papa en la Audiencia general: “El que adora a los ídolos de la riqueza, del poder, del éxito pierde su propia dignidad de persona humana… Por otra parte, los que confían en el Señor, saben que tienen en el Dios vivo su auxilio y su escudo”. Llamamiento para que cese en todo el mundo el recurso a la violencia, “Siempre indigna de toda buena causa”.

miércoles, 1 septiembre 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) La idolatría es una tentación para toda la humanidad, en cada tierra y en cada época. El ídolo es algo inanimado, nacido de las manos del hombre, una fría estatua sin vida... El que adora a los ídolos de la riqueza, del poder, del éxito pierde su propia dignidad de persona humana… Por otra parte, los que confían en el Señor, saben que tienen en el Dios vivo “su auxilio” y “su escudo”. Estas las palabras del Santo Padre Juan Pablo II en su catequesis durante la audiencia general de esta mañana, 1 de septiembre, que tuvo lugar en el Aula Paolo VI en Vaticano. Prosiguiendo con el ciclo de catequesis sobre los Salmos y los Cánticos de la Liturgia de las Vísperas, el Papa comentó hoy el Salmo 113 B: “Himno al Dios verdadero” (Segundas vísperas del domingo de la segunda semana, Sal 113 B, 1.3.9.11-13).
“El Dios vivo y el ídolo inerte contrastan en el Salmo 113B”, dijo Juan Pablo II, “después de una palabra inicial dirigida al Señor para atestiguar su gloria, el pueblo elegido presenta a su Dios como Creador todopoderoso... cosmos y historia se encuentran debajo de su soberanía, que es poder de amor y salvación. Al Dios verdadero adorado por Israel, se contraponen enseguida :”los ídolos de las naciones”. Los que confían en el Señor, aquellos que saben que tienen en el Dios vivo “su auxilio” y “su escudo”, están presentados según tres categorías: el pueblo entero, la comunidad que se reúne en el templo para orar; los sacerdotes, custodios y anunciadores de la Palabra divina, llamados a presidir al culto; los fieles auténticos y constantes y aquellos paganos que se acercan a la comunidad y a la fe de Israel con corazón sincero y una búsqueda genuina. La bendición divina desciende sobre estas tres categorías de verdaderos creyentes. Ella, según la concepción bíblica, es fuente de fecundidad.
Después de los saludos en diferentes idiomas, el Santo Padre ha pronunciado el llamamiento siguiente: “Con gran dolor y preocupación he escuchado las nuevas y graves noticias que se refieren a los atentados terroristas en Israel y Rusia, donde muchas personas han perdido la vida, victimas indefensas y inocentes. También en el atormentado Irak no se interrumpe la ciega cadena de violencia que impide volver rápidamente a la convivencia civil. A la execración por la cruel ejecución de los 12 ciudadanos nepaleses se acompaña la trepidación por la situación de los dos periodistas franceses todavía rehenes de sus secuestradores. Dirijo un fuerte llamamiento para que cese en todo el mundo el recurso a la violencia, siempre indigna de toda buena causa, y para que los periodistas franceses sean tratados con humanidad y restituidos incólumes, cuanto antes, a sus familiares. Hoy, 1° de septiembre, recordamos el aniversario de la invasión de Polonia y el comienzo de la segunda guerra mundial, que sembró lutos en toda Europa y en otros continentes. Recordando aquellos días, en este momento de graves y difundidas tensiones, invocamos de Dios, Padre de todos los hombres, el don precioso de la paz. (S.L.) (Agencia Fides 1/9/2004, Líneas 31; Palabras 474)


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