NACIONES UNIDAS - JORNADA MUNDIAL DEL REFUGIADO 2003: RESTITUIR EL FUTURO A 36 MILLONES DE JOVENES REFUGIADOS SEPARADOS DE SUS FAMILIAS, PRIVADOS DE INSTRUCCION, TRAUMATIZADOS POR AL GUERRA, EXPUESTOS A LA VIOLENCIA Y AL ABUSO SEXUAL

miércoles, 18 junio 2003

Roma (Agencia Fides) - “Jóvenes refugiados: construir el futuro” es el tema de la Jornada Mundial del Refugiado 2003, que se celebra el 20 de junio. La Jornada instituida por la Asamblea Genial de la ONU en el 2000 se celebró por primera vez en el 2001 y en el 2002 estuvo dedicada a las mujeres. La Jornada del 2003 se celebrará con un evento internacional en Nairobi en Kenia, organizado por el Alto Comisionario ONU para los Refugiados y después en las diversas realidades locales.
Este año la reflexión se centra en los jóvenes refugiados a los cuales se les reconoce el derecho de construir un futuro de bienestar y felicidad. De los alrededor de 45 millones de refugiados y evacuados existentes en el mundo, el 1’80% son mujeres y niños. Albergados con frecuencia en los países más pobres, deben afrontar una pobreza creciente, la perdida del sentido de la vida y la cultura.
El Santo Padre habló sobre ello en el Ángelus del domingo 15 de junio: “A la luz de este horizonte universal de comunión, destaca como grave ofensa a Dios y al hombre toda situación en la que personas o grupos humanos son obligados a huir de la propia tierra para buscar refugio en otro lugar. (...)En el mundo, casi la mitad de los refugiados son niños y muchachos. Muchos de ellos no van a la escuela, carecen de bienes esenciales, viven en campos de refugiados, o incluso, de detenidos. El drama de los refugiados exige a la comunidad internacional comprometerse para afrontar no sólo los síntomas, sino ante todo las causas del problema: es decir, prevenir los conflictos, promoviendo la justicia y la solidaridad en todos los ámbitos de la familia humana”.
Entre las organizaciones más activas en la asistencia a los refugiados en todo el mundo, se encuentra el Jesuit Refugees Service (JRS) instituido por el P. Pedro Arrupe en 1980. “Cuando un conflicto atraviesa a una nación causando evacuaciones a gran escala, la educación de los jóvenes se ve normalmente afectada, privando a toda una generación de un derecho fundamental. Sin instrucción los jóvenes con frecuencia advierten una perdida del autoestima y la sensación de tener las oportunidades de la vida muy reducidas” explica el jesuita P. Luis Magrina director internacional del JRS en un mensaje difundido por la Jornada. “Los jóvenes refugiados se encuentran además con frecuencia separados de sus familias o, lo que es peor, traumatizados por la pérdida de un padre, un hermano o una hermana. Están expuesto a la explotación, abuso sexual, violencia que deja profundas heridas muy dificiles de curar” ¿Qué futuro tiene una sociedad en la que la vida de las jóvenes generaciones están arruinadas por la guerra y la explotación? Se pregunta el P. Magrina.
Por ello, el JRS trabaja por los jóvenes refugiados en todo el mundo, protegiéndolos de los abusos, asistiéndoles y defendiendo sus derechos ofreciéndoles una instrucción y formación que garantice un futuro mejor. En Venezuela el JRS ofrece atención médica y acompañamiento psicológico a los adolescentes refugiados en Colombia. En Bosnia Herzegovina se trabaja en la rehabilitación de los jóvenes victimas de las minas. En Nepal unos 100 jóvenes se benefician de una instrucción gracias a voluntarios del JRS mientras que en Tailandia continua la asistencia a los refugiados birmanos que huyeron de la limpieza étnica. En África los proyectos del JRS alcanzan a unas 76.000 personas de las cuales muchos son jóvenes y niños huérfanos de Sudáfrica, heridos y mutilados de Angola y niños marcados por la guerra en la región de los Grandes Lagos.
(PA) (Agencia Fides 18/6/2003 Líneas: 47 Palabras: 629)


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