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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Un apenado llamamiento a la comunidad internacional por la dramática situación en la que se encuentran tantas personas en Uganda y en Darfur (Sudán) fue lanzado por el Santo Padre Juan Pablo II durante el Angelus del domingo 25 de julio, que rezó en el patio interior del Palacio apostólico de Castelgandolfo. “Hoy, en particular, quisiera atraer vuestra atención, hacia los trágicos eventos que marcan ya desde hace tiempo algunos países del amado continente africano - dijo el Santo Padre en su discurso antes del rezo de la oración. Desde hace más de 18 años el Norte de Uganda está sacudido por un deshumano conflicto, que afecta a millones de personas, sobre todo niños. Muchos de ellos, atenazados por el miedo y sin futuro, se sienten obligados a ‘hacerse soldados’. Me dirijo a la comunidad internacional y a los responsables políticos nacionales para que se ponga fina a este trágico conflicto y se ofrezca una perspectiva real de paz a toda la nación ugandesa. Igualmente es preocupante la situación en la que se encuentran la querida población de Darfur, la región occidental de Sudán, fronteriza con Chad. La guerra, que se ha intensificado en estos meses, trae consigue cada vez más pobreza, desesperación y muerte. Dos décadas de duros enfrentamientos ha producido en Sudán un número ingente de muertos, de desplazados y refugiados. ¿Cómo podemos quedar indiferentes? Dirijo un sentido llamamiento a los responsables políticos y a las organizaciones internacionales para que no se olviden de estos hermanos nuestros que tanto sufren”.
El Papa recordó después que la comunidad cristiana trabaja ya desde hace tiempo para hacer frente a este emergencia: “En Uganda, los Obispos trabajan con generosidad a favor de la reconciliación nacional y para socorrer a las personas en dificultad. He querido enviar precisamente a Darfur en estos días, al presidente del Consejo Pontificio «Cor Unum», monseñor Paul Josef Cordes, para que lleve a esas poblaciones atribuladas la solidaridad espiritual y material de la Santa Sede y de la Iglesia universal”. Por ultimo, el Santo Padre invitó a todos los cristianos “a rezar por nuestros hermanos y hermanas de África”. (SL) (Agencia Fides 26/7/2004 Líneas: 28 Palabras: 386)
