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Sydney (Agencia Fides) – Exactamente a las 12.51 del miércoles 2 de marzo, todas las ciudades de Nueva Zelanda se han detenido durante dos minutos de silencio en memoria de los que, la semana pasada, han perdido la vida en el terrible terremoto que devastó a Christchurch, la segunda ciudad más grande del país. El número de muertos se eleva a 154 y han sido confirmados otros 100 desaparecidos. Es cuanto informa en un comunicado enviado desde la Arquidiócesis de Sydney a la Agencia Fides, Sor Eleonor Capper, RSJ, la cuál añade que los residentes de la ciudad devastada se enfrentan a serias dificultades: más de 10 mil casas han quedado completamente destruidas y al menos otras 100 mil han sufrido daños graves. Miles de personas están sin electricidad, alcantarillado o agua potable. Cientos de personas viven en refugios de la Cruz Roja porque no tienen refugio un techo a donde ir. "Vivimos día a día - dice la hermana Eleonor - la ciudad está en el caos, los supermercados cerrados. El invierno se acerca y miles de personas no tienen vivienda. Además de la Catedral Blessed Sacrament se han visto gravemente dañadas muchas iglesias, incluyendo la iglesia secular de New Brighton y la St Mary de los Padres Maristas. En la última semana 50 mil de los 370 mil habitantes de Christchurch han tomado el avión hacia el norte, para escapar del caos y la confusión de la ciudad, otros 50 mil se han alejado por tierra. Todavía hay muchas áreas donde no hay instalaciones sanitarias y las escuelas no pueden volver a abrir. Los Servicios Sociales Católicos y los grupos juveniles católicos están trabajando para llevar ayuda a todas las personas damnificadas". (AP) (4/3/2011 Agencia Fides)
