AFRICA - Sudáfrica y Nigeria ejemplos para reforzar la colaboración entre todos los Estados africanos

miércoles, 14 julio 2004

Roma (Agencia Fides) - Uno de los males africanos es la escasa colaboración entre los Estados del propio continente. Esto depende, en parte, de la herencia colonial. Los territorios administrados por europeos, estaban unidos a la metrópoli de referencia, pero no tenían normalmente relaciones directas entre ellos. Una colonia francesa, por ejemplo, podía muy bien no tener ninguna relación con la confinante colonia inglesa. Todo era dirigido desde la periferia al centro por los correspondientes imperios coloniales. Por ejemplo, las llamadas telefónicas desde un punto de África a otro llegaban a una centralita que se encontraba en Londres o París.
Esta situación de dependencia ha durado incluso después de que se han creado, sobre las cenizas de la colonización, los nuevos estados africanos. No es en efecto pensable, sin adecuadas inversiones, no solo económicos, sino también culturales, cercenar de un día para otro, relaciones consolidadas durante casi un siglo de colonización.
Pero, por fin, los estados africanos están entretejiendo una red de relaciones que va incluso más allá de los ámbitos regionales. El último ejemplo, es el acuerdo de colaboración económica entre Sudáfrica y Burkina Faso. Dos países aparentemente muy lejanos. El primero, angloparlante, se encuentra en el África austral y es sobre todo el gigante económico del continente. El otro, francófono, es uno de los países más pobres del África occidental. En base al acuerdo, Sudáfrica invertirá en la industria minera de Burkina Faso. Los recursos mineros de este país comprenden oro, cinc y manganeso.
Sudáfrica también está intensificando su actividad diplomática en África occidental. El Presidente surafricano Thabo Mbeki ha anunciado que estará presente en la cumbre del 29 de julio en Ghana, convocada para solucionar la crisis de Costa de Marfil (ver Fides 13 de julio del 2004). Se espera que este activismo político y económico de Pretoria tenga objetivos amplios y busque no sólo perseguir los legítimos intereses nacionales, sino sobre todo crear las condiciones para un real desarrollo en África. Sudáfrica puede hacer mucho en este campo, pero ciertamente necesita la ayuda de los demás estados africanos (creando condiciones favorables a su interior, la lucha contra la corrupción, por ejemplo) y de la comunidad internacional, con la condición que se supere la lógica del beneficio puro y simple.
También el otro gigante africano, Nigeria, demuestra un protagonismo cada vez más activo en el ámbito continental, por ejemplo en el plano humanitario. Ayer, 13 de julio, el gobierno nigeriano anunció el envío de ayudas por valor de un millón de dólares a favor de Darfur (Sudán occidental, sobre la situación en el Darfur ver Fides 8 de julio del 2004). Se trata de una suma modesta, pero, de cualquier manera, es un signo de una solidaridad africana que se abre paso, aunque sea a duras penas.
Nigeria y Sudáfrica aspiran a convertirse en los puntos de referencia de las otras naciones africanas. Nuestro augurio es que se creen uniones y no rivalidades entre los dos gigantes (el uno demográfico y el otro económico) de un continente que puede, que tiene que tener la esperanza de recuperarse de los propios males. El sábado 17 de julio, Fides publicará un dossier titulado "Porque es pobre África ", dedicado a las perspectivas de desarrollo del continente. (L.M) (Agencia Fides 14/7/2004 Líneas: 41 Palabras: 552)


Compartir: