OCEANIA/AUSTRALIA - Todos ayudan a todos, pero el trauma y las preocupaciones por la recuperación siguen siendo muchas; 75 mil personas afectadas por las inundaciones.

viernes, 7 enero 2011

Sydney (Agencia Fides) - Continúan las dificultades entre las 22 ciudades y pueblos más pequeños del Queensland, gravemente afectado por las peores inundaciones que jamás hayan ocurrido en los últimos cincuenta años. Los cultivos han sido devastados y se han interrumpido los suministros de carbón de coque, del cual el Queensland es el mayor exportador de todo el Estado. Hasta ahora, resultan decenas de muertos, 4.000 personas evacuadas y 1.200 casas bajo el agua mientras que otras 11 mil han sido destruidas.
Según la información recibida en la Agencia Fides por la oficina de comunicaciones sociales de la Arquidiócesis de Sydney, las inundaciones han aislado a 75 mil personas, destruido casas, industrias y medios de subsistencia, la ganadería y los cultivos, han dañado las minas y han dejado en la desesperación a cientos de comunidades. Las aguas se han llevado la histórica iglesia católica del Sagrado Corazón de la Ciudad de Theodore; la furia del río Dawson, junto con el barro y los escombros, inundó la sala contigua a la iglesia, las oficinas y los locales de la Sociedad de San Vicente de Paúl. La ciudad de Theodore ya había sido golpeada por las inundaciones el pasado mes de marzo y ahora está viviendo un estado de devastación total.
En su nota, el Padre Noel, párroco de la zona desde hace más de una década, ha declarado que más de 500 personas están resistiendo, pero la devastación es tal que para algunos podría llevar meses o incluso más tiempo para hacer frente a la conmoción y en muchos casos, habría que prever a su sustento. En marzo, ya se perdieron algunos cultivos, pero ahora el ganado ha corrido la misma suerte, así como los animales de granja, los animales domésticos y todo lo que no se ha logrado rescatar a causa de la inundación repentina del río. "En las Highlands centrales del Queensland, la gente está experimentando las peores inundaciones que se recuerden. A los miles de personas que han visto como sus casas, industrias, medios de subsistencia eran barridos, les hará falta mucho tiempo para superar el trauma y la depresión", refiere el padre John Grace, Vicario General de la Diócesis de Rockhampton, que cubre un área de 414.385 kilómetros cuadrados e incluye ciudades como Bundaberg, Gladstone, Mackay, Townsville y Cairns. "Sin embargo, la gente ha reaccionado de manera ejemplar y demostrando un gran espíritu de cooperación, todos ayudan a todos. Pero la verdadera prueba será cuando todo pase, las aguas se retiren y la gente se de cuenta de cuanto ha perdido" explica el padre Grace.
En la actualidad todos las carreteras de Rockhampton están cerradas y el aeropuerto está inundado. Además de Theodore, una de las ciudades más afectadas es Emerald, ciudad minera rural, donde sus 17 mil habitantes se enfrentan a la difícil tarea de recuperación y limpieza, ahora que las aguas están finalmente empezando a retroceder. Junto a ellos está su párroco, el Padre Stephen Hanley para ayudarlos, asesorarlos, apoyarlos pastoral y espiritualmente. La Escuela Primaria Católica St Patrick es uno de los cuatro centros de acogida de la ciudad para aquellos que han perdido sus hogares. (AP) (7/1/2010 Agencia Fides)


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