VATICANO - "La comunidad internacional debe ser más valiente, más generosa, más resuelta, en la lucha para poner fin a la división del mundo en países ricos y países pobres", dice el Presidente de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales al Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC)

viernes, 2 julio 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El 29 de junio pasado en Nueva York, la Profesora Mary Ann Glendon, Presidente de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales y Jefe de la Delegación de la Santa Sede ante del Consejo Consultivo Superior de los Países en vías de desarrollo, en el cuadro del ECOSOC 2004 (Consejo Económico y Social de la Organización de las Naciones Unidas), intervino sobre el tema: "Movilidad de los recursos y desarraigo de la pobreza en el contexto de un programa de acción para los Países desarrollados en la década 2001-2010."
En estos países menos desarrollados viven 700 millones de pobres, cuyas familias han sido devastadas por el Sida y destruidas por la migración. La Profesora Glendon afirmó que: "La Santa Sede une su voz a la de los que lanzan un urgente llamamiento a la familia de las naciones para que respondan a las necesidades de sus miembros más vulnerable"...
Juan Pablo II ha reafirmado que: "los pobres no pueden esperar". Nadie puede negar lo que supone el desafío de derribar aquello que frecuentemente aparece como un círculo vicioso de la pobreza, especialmente en los Países desarrollados". No se deben usar tales desafíos como excusas, sino más bien tenemos que sentirnos llamados a un esfuerzo todavía mayor. "La Santa Sede quiere subrayar que toda medida para promover un desarrollo auténtico y duradero debe salvaguardar la dignidad y la cultura humana. Se necesita un cambio de estado de ánimo, la comunidad internacional debe ser más valiente, más generosa, más creativa, más resuelta, en la lucha para poner fin a la división del mundo en países ricos y países pobres." (AP) (Agencia Fides2/7/2004; Líneas: 23 Palabras: 322)


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