AFRICA/RWANDA - Para no olvidar. Dos dramáticos testimonios del genocidio rwandese de 1994 concedidos a la televisión italiana

miércoles, 30 junio 2004

Kigali (Agencia Fides) - A 10 años del genocidio rwandés de 1994, la palabra "genocidio" resuena una vez más en la región de los Grandes Lagos. Las acusaciones realizadas por algunos representantes de la etnia Banyamulenge, los tutsi congoleños originarios del Rwanda, de un intento de exterminio de su etnia al este de la República Democrática del Congo, se han revelado felizmente faltos de fundamento.
¿Pero qué significa haber pasados por el genocidio, ver los seres queridos tragados por la máquina del exterminio de masa? ¿Qué deja en el ánimo de los supervivientes esta violencia inaudita? He aquí lo que ha dicho el Padre Dominique Karekesi, Director de la Oficina de Comunicaciones Sociales de la Archidiócesis de Kigali, en una entrevista a la televisión italiana.:
“He sido víctima del genocidio de 1994 y he perdido a todos mis seres queridos. Comparto esta pena con los otros. El problema hoy es el perdón, el problema hoy es la reconciliación, el problema hoy es vivir junto a otro que ha matado. Cuando ocurrieron las matanzas, los que las perpetraron decían que lo hacían en nombre de Dios. Es una blasfemia, y habría que preguntarse si estas personas sabían lo que hacían. Hoy todo es ya pasado, pero este pasado emerge cada día ante nuestros ojos, este pasado pesa sobre todos nosotros, pero tenemos que afrontar el futuro con más confianza, con más fe en la verdad de la vida cristiana.
En efecto, el "no perdonar" es también una blasfemia, el "no perdonar" no lleva a la reconciliación. Lo que más cuenta es el perdón y no la difamación. Vivir el perdón de Dios es lo que tenemos que llevar a la práctica, es esto lo que debemos intentar entender y vivir”.
Otro sacerdote, el Padre Augustin Karekesi del Centro Christus de Kigali ha dicho en el programa "Los Diez Mandamientos - El coraje de Amar":
"En Rwanda podéis ver las Iglesias llenas, con la gente que canta, pero el camino de la reconciliación es todavía largo. ¡Porque son cristianos los que han matado, y cristianos los que han sido matados! Yo soy testigo de todo esto.
¿Quién podrá jamás olvidar aquella locura que cogió a todos? Esta es una zona de guerras feroces, pero nadie habría imaginado nunca lo que sucedió y esto nos tiene que hacer reflexionar sobre el futuro de África. Aquí se han cometido asesinatos inenarrables en nombre de Dios. Dios anunciado por nosotros, sacerdotes como pacificador de los hombres. ¡La Verdad es que aquí se mata contra el mandamiento de no matar y contra el mandamiento de no tomar el nombre de Dios en vano, porque lo más atroz y es que se mate en nombre de Dios!
Ahora sólo el perdón y una justicia ejercitada con misericordia podrá reconducir la paz definitiva y así reunirse de nuevo como hermanos, pero nadie olvida el alcance de este genocidio, ¡aquellos muertos, aquel martirio de masa nos ayuda a redescubrir el Amor, y a no alimentar nuevos odios y nuevos genocidios!”. (L.M) (Agencia Fides 30/6/2004 Líneas: 37 Palabras: 519)


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