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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Vosotros sois de modo particular, los “trabajadores incansables de la misericordia de Dios y de su paz”... En los momentos difíciles que está viviendo la humanidad, las Obras Misionales Pontificias, que están al servicio de las Iglesias en el mundo, representan una referencia segura ya que están a la búsqueda de la verdad que salva. A estas vosotros , anunciando a Cristo, les indicáis el Camino para llegar a la salvación”. Con estas palabras se ha dirigido el Santo Padre Juan Pablo II a los participantes en la Asamblea General de las Obras Misionales Pontificias, a los que ha recibido en audiencia esta mañana en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano.
“Es un mensaje de amor y de esperanza el que ofrecéis” dijo el Santo Padre dirigiéndose a los Directores Nacionales de las Obras Misionales Pontificas, acompañados del Card. Crescencio Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. “La esperanzas de la que sois heraldos, es la que nace de la muerte y resurrección de Cristo. Por esto vosotros debéis tener una especial consideración hacia los pueblos del mundo donde es más grande el dolor y más aguda la necesidad: las poblaciones del llamado Tercer Mundo”. El Papa definió después a los Directores Nacionales como “los Cireneos que ayudan al Salvador a llevar la Cruz a todas las personas que sufren y que mueren. Vosotros sois a todos los efectos, auténticos misioneros en un mundo ya globalizado, en el que el sufrimiento por la Verdad y la Justicia traspasa todos los confines nacionales”.
“Sois anunciadores de la Resurrección y de la Vida, como lo fueron vuestros Fundadores y Fundadoras. A vosotros compete anunciar, junto a toda la Iglesia, al Cristo resucitado” ha exhortado el Papa, quien ha añadido después: “Me alegra saber que estáis realizando la actualización de vuestros Estatutos. Esto manifiesta la voluntad de continuar cumpliendo vuestra misión de “misericordia y de paz” cada vez más y mejor”. Que el Espíritu del Señor resucitado os muestre, como a los Apóstoles, su voluntad en la elección de nuevos caminos de cooperación a la misión para llevar la Verdad, la Justicia y la Paz según el evangelio a todos los hombres de nuestro tiempo”.
Por último Juan Pablo II ha recordado que la misión de la Asamblea General "no es otra que la búsqueda de los caminos del Señor para una renovada misión en continuo cambio" y ha exhortado "a colaborar como ya lo está haciendo, con la Congregación para la Evangelización de los Pueblos para una continua búsqueda de "nuevos caminos" para el Evangelio. La animación y la cooperación misionera son en definitiva, la razón de ser de vuestra existencia y el único fin de vuestra infatigable "preocupación por todas las Iglesias" con vistas a la salvación del mundo".
En la apertura del encuentro Su Em. el Cardenal Crescenzio Sepe ha dirigido un saludo al Santo Padre, presentando a los Directores Nacionales de las Obras Misionales Pontificias las cuales “están al servicio de la Iglesia misionera que todavía hoy, e incluso diría, sobre todo hoy, necesita ser profundamente amada, animada con la oración y sostenida valientemente con las obras de caridad y solidaridad". El Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos ha agradecido después al Santo Padre por el Mensaje de la Jornada Misionera Mundial 2004, en la que se indica la Eucaristía como "fuente de toda autentica misión y fundamento sobre el que construir una incisiva actividad caritativa en favor de la Iglesia en tierras de misión”. (SL) (Agencia Fides 11/5/2004 Líneas: 47 Palabras:637)
