AMERICA - MIENTRAS LA ATENCION DEL MUNDO ESTA CENTRADA EN EL SRAS, LA “FIEBRE DENGUE” CONTINUA PRODUCIENDO MILES DE VICTIMAS ENTRE LOS SECTORES MAS POBRES DE LOS PAISES TROPICALES Y SEMITROPICALES

martes, 3 junio 2003

Nueva York (Agencia Fides) – Los misioneros que viven y trabajan cotidianamente en las diversas partes del mundo se encuentran con frecuencia que deben afrontar situaciones de emergencia sanitaria desprovistos completamente de una mínima preparación. Para responder a las peticiones de información recibidas y hacerles sentir nuestro apoyo hacia el valioso trabajo que realizan en la evangelización en tierras de misión, continuamos difundiendo noticias sobre problemas sanitarios ayudados por expertos del sector médico y de la investigación científica.
El profesor Kelvin Cahill, uno de los máximos expertos americanos en medicina tropical, Director del Centro de Enfermedades Tropicales del Lenox Hill Hospital de Nueva York, en la intervención que sigue a continuación, ha querido centrar la atención sobre el dengue, enfermedad muy difundida en todas las zonas tropicales y semitropicales, que cada año produce 25 millones de enfermos.
“Desde hace ya varios meses la atención mundial está centrada en el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). Hasta hoy se han producido casi diez mil casos de contagio y cerca de mil muertes. Pronto se han tomado medidas de cuarentena globales para intentar contener la difusión del SRAS que, además de los daños clínicos causados en los pacientes y el impacto sobre los hospitales y servicios sanitarios, está amenazando toda la economía de los países del sudeste asiático y de Canadá además de las industrias y las compañías aéreas.
El interés de los medios de comunicación se ha concentrado en la aparición de una enfermedad sobre la cual no existe todavía ningún tipo de vacuna preventiva sino solo una terapia de apoyo. Sin embargo, existen otros muchos tipos de epidemias casi olvidadas, que producen otras tantas victimas. La fiebre dengue es una enfermedad endémica que afecta en especial a todo el sudeste asiático y se está convirtiendo en uno de los principales problemas sanitarios de América Central, de Sudamérica y del Caribe. El dengue es un insecto artrópodo portador de una infección parecida, en su ciclo vital, a la que transmite la fiebre amarilla. Se trata de una indisposición viral transmitida por el mosquito del grupo Aedes. Existen múltiples serotipos de dengue y la presentación clínica depende del tipo de virus así como de la exposición de la víctima a la infección.
El dengue puede causar un síndrome gripal agudo y es llamado también fiebre “rompe huesos”. El tipo de dengue común consiste normalmente en una infección que tiene una evolución en sus síntomas que van entre diez y catorce días. La formas más aguda pueden causar rápidamente la muerte. La fiebre hemorrágica de dengue (DE) o síndrome shock de dengue (SSD) mata tanto a los niños como adultos; se ha descubierto en recién nacidos de 3 a 6 meses los anticuerpos de dengue llegan de la placenta.
Aproximadamente se cuentan 25 millones de casos de dengue clásica al año, además de 400.000 casos de DE y SSD. Desgraciadamente no hay todavía ninguna atención particular con respecto a esta epidemia tan difundida, que aflige principalmente las zonas periféricas mas pobres afectando a las personas que no tiene posibilidad de protegerse con mosquiteras y viven en zonas donde las aguas pútridas y las aguas de la calle ofrecen un hábitat perfecto para la difusión de los mosquitos.
Entre las causas de esta epidemia se encuentra el intenso proceso de urbanización que se ha verificado en todos los países tropicales con frecuencia sin programas de control en la difusión de los mosquitos en las chabolas y en los poblados que rodean a las ciudades modernas. Contribuyen a la difusión también el gran aumento de viajes en avión que, transportando pacientes infectados que vienen de lejos como por ejemplo Asia, facilita la introducción de nuevos tipos de dengue en la sociedad latino-americana y caribeña.
La atención clínica de los pacientes afectados por el dengue es tan solo de apoyo. No existe ningún antídoto o medicamento específico, ni ninguna vacuna preventiva disponible. Para los pacientes afectados por el síndrome, el uso de agentes o fluidos anti-inflamatorios, no aspirina, pueden mejorar los síntomas. En los casos de hemorragias o de shock, transfusiones de sangre entera y atención intensiva de apoyo pueden prevenir algunas muertes.
Pero la historia sanitaria del dengue es desgraciadamente muy similar a la de la malaria. Los mosquitos no conocen los límites de un estado y los programas locales de erradicación son con frecuencia destruidos por los conflictos y el caos de los estados vecinos. Una de las primeras víctimas de este conflicto es el sistema sanitario público. Los programas de control de difusión de los mosquitos necesitan una continua aplicación y una infraestructura nacional eficiente. Debido a la ausencia de estabilidad la incidencia del dengue continúa su ascenso. (AP) (Agencia Fides 3/6/2003 Líneas: 63 Palabras: 813)


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