VATICANO - El Papa en la audiencia general: “Venciendo sobre la muerte, Jesús entrega a cuantos lo acogen y creen en El, el don de la vida que no muere mas... También en nuestra época es necesario que, gracias al compromiso de los creyentes, resuene con vigor el anuncio de Cristo, muerto, que por la fuerza de su Espíritu está ahora vivo y triunfa”

miércoles, 14 abril 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La Audiencia General del hoy, miércoles 14 de abril, se ha realizado en la Plaza de San Pedro, donde el Santo Padre se ha reunido con los grupos de peregrinos y fieles provenientes de Italia y de todas las partes del mundo. En el discurso en lengua italiana, el Papa ha centrado su meditación en el tiempo pascual apenas iniciado. “Cristo triunfa sobre el mal y la muerte. Este es el grito de alegría que en estos días prorrumpe en el corazón de la Iglesia. Venciendo sobre la muerte, Jesús entrega a cuantos lo acogen y creen en El, el don de la vida que no muere mas. Su muerte y su resurrección constituyen por tanto, el fundamento de la fe de la Iglesia”.
Y la misma Iglesia a lo largo de los siglos no ha cesado nunca de transmitir de generación en generación “este universal misterio de salvación”. “También en nuestra época es necesario que, gracias al compromiso de los creyentes, resuene con vigor el anuncio de Cristo, muerto, que por la fuerza de su Espíritu está vivo y triunfa. Para que los cristianos cumplan este mandato que se le confió, es indispensable que encuentren personalmente con Cristo crucificado y resucitado y se dejen transformar por la potencia de su amor. Cuando sucede así, la tristeza se transmuta en alegría, el temor cede paso al ardor misionero”.
El Papa ha evidenciado después como la humanidad de hoy tiene necesidad de comprender mas profundamente el valor de la esperanza inherente al Misterio pascual: “Marcados por amenazas de violencia y muerte, los hombres buscan a alguien que les dé serenidad y seguridad. Pero, ¿dónde encontrar paz si no es en Cristo, el inocente, que reconcilió a los pecadores con el Padre?”.
Por último Juan Pablo II recordó a Santa Faustina Kowalska, que en su humildad fue elegida para anunciar el mensaje de la misericordia divina, fuente de reconciliación para la humanidad, “mensaje de luz, especialmente adecuado para el mundo de hoy. Es un mensaje de esperanza que invita a abandonarse en las manos de Señor. “¡Jesús confío en Tí!”, le gustaba repetir a la Santa. Que Maria, Mujer de la Esperanza y Madre de misericordia, nos conceda el encontrarnos personalmente con su Hijo muerto y resucitado, nos haga trabajadores incansables de su misericordia y su paz”. (SL) (Agencia Fides 14/4/2004 Líneas: 32 Palabras: 453)


Compartir: