AFRICA/RUANDA - EL CARDENAL SEPE CONSAGRA EL SANTUARIO MARIANO DE KIBEHO: “QUE SEA UN LUGAR DE DONDE BROTE UN PUEBLO RUANDES RENOVADO EN LA FE, SEDIENTO DE AMOR, DISPUESTO A OLVIDAR EL TRISTE PASADO DE LA GUERRA FRATICIDA”

sábado, 31 mayo 2003

Kibeho (Agencia Fides) – “Os exhortó a rezar con fervor para que este santuario de Kibeho pueda convertirse en el lugar de donde brote un pueblo ruandés renovado en la fe, sediento de amor por su Dios, dispuesto a olvidar el triste pasado de la guerra fraticida, cuyas señales terribles se descubren por doquier y, en modo particular, en este lugar”. Esta mañana, el Cardenal Crescencio Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, ha consagrado el nuevo Santuario mariano dedicado a “Notre Dame de Doulers” en Kibeho, lugar de peregrinación nacional e internacional, donde desde 1981 la Virgen se ha aparecido varias veces. En la celebración han participado todos los Obispos ruandeses, el Nuncio Apostólico, Mons. Salvatore Pennacchio, las autoridades civiles y locales, numerosos sacerdotes, religiosos, religiosas y trabajadores pastorales.
Según narran los videntes, la Virgen se aparece en este lugar y se presentó en lengua local como “Nyina wa Jambo”, esto es, “Madre del Verbo” o “Madre de Dios”, invitando a la conversión, a la oración y al ayuno. Tan solo en una ocasión mostró una imagen espantosa: un río de sangre, personas que se mataban unas a otras, cadáveres abandonados sin nadie que los enterrase.. Esa visión terrorífica se vio en los años sucesivos en relación con el genocidio que sufrió Ruanda en 1994/1995 y precisamente Kibeho fue uno de los lugares más sangrientos. “El sacrificio de miles de personas asesinadas en la vieja iglesia y en sus alrededores, nos grita a todos con voz fuerte – dijo el Cardenal Sepe en la homilía – y nos invita a tomar un nuevo camino, el camino de la paz, del perdón recíproco de las culpas y de la reconciliación. El verdadero pueblo de Dios no puede nutrir sentimientos de odio, de división, de venganza, de desprecio que son contrarios a Dios y a su amor”.
El Prefecto del Dicasterio Misionero, recordó después el mandamiento del Amor que dio Jesús a sus discípulos, exhortando a los ruandeses a acoger a Dios en sus corazones: “Desde vuestro corazón, El desea santifica vuestras vidas, bendecir vuestras familias, suscitar en vosotros la consecución del bien común de todos, difundir en medio de este pueblo los valores evangélicos sobre los que construir una vida social, humana y religiosa digna de Su Nombre”. El Cardenal Sepe recordó, por último, los numerosos peregrinos que llegan hasta el santuario desde diversos países africanos y las conversiones de cuantos recuperan ahí la fe perdida: “todo peregrino que viene aquí a Kibeho, reconciliado con Dios y con los hombres, debe convertirse en constructor de la nueva humanidad, constructor del nuevo pueblo ruandés cada vez mas fieles a Dios”. (S.L.) (Agencia Fides 31/5/2003 Líneas: 40 Palabras: 518)


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