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Kigali (Agencia Fides) - Prosiguiendo su visita pastoral en Ruanda, el Cardenal Crescencio Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, se reunió el jueves 29 de mayo con los Trabajadores pastorales a los que recomendó una particular devoción hacia la Eucaristía como fuente de la Misión. “para formarnos como auténticos misioneros debemos permanecer ante la Eucaristía, porque el sacrificio eucarístico hace sentir la solicitud de la Iglesia por toda la humanidad...El cristiano debe tener largos tiempos de adoración... El tiempo dado a la adoración eucarística silenciosa es un tiempo regalado a Dios pero es el tiempo en el que toda la humanidad es santificada y pacificada. La eucaristía es, pues, la verdadera fuente de la misión”. El Cardenal Sepe invitó después a la Iglesia de Ruanda a “partir de nuevo a la misión, a cumplir un viaje fascinante aunque no privado de dificultades”... “Estamos llamados a difundir el Evangelio del amor en terrenos fértiles y endurecidos, pero el Señor está con nosotros. Estamos llamados a educar a los pequeños y a las parejas, a los jóvenes y a las familias, la política y la escuela, la libertad y la justicia, la mujer y el anciano. Temas grandes pero el futuro esta lleno de esperanza porque es de Dios”.
En el breve mensaje dirigido a los presos de la cárcel central que visitó en la tarde del jueves 29 de mayo, el Cardenal Sepe subrayó: “el genocidio, además de destrozar tantas vidas humanas, ha dividido a este pueblo, ha generado odio, ha negado el amor y la fraternidad en vuestra sociedad” Lanzó después un fuerte llamamiento “ a fin que todos se comprometan con sinceridad y amor fraterno contribuyendo a la reconstrucción de la sociedad ruandesa sobre la base de los valores espirituales y morales que solo la fe en Cristo puede ofrecer. La búsqueda asidua del bien común, de la paz y de la unidad del pueblo ruandés debe guiar el trabajo de cada uno de vosotros.. Mi deseo es que esta cárcel se convierta para todos en signo de una nueva vida y nueva esperanza”.
Con ocasión de la visita al Seminario mayor filosófico de Kabgay, el Prefecto del Dicasterio Misionero celebró esta mañana ( 30 de mayo) la Santa –Misa para los seminaristas, los educadores y el personal. “El heraldo del Evangelio una persona que está continuamente unida a Cristo. Por ello, no puede dejarse intimidar por los que no son capaces de apreciar su condición celibataria, porque su confianza está en Dios – dijo el Purpurado – Queridos jóvenes, si estáis sinceramente decididos a seguir a Cristo no habrá miedos en vuestra futura vida sacerdotal. Pero con Dios no se bromea ni se pueden hacer promesas que se sabe no se van a mantener. Os invito pues a considerar el celibato como parte integrante de vuestra vocación”. El Cardenal Sepe subrayó después la necesidad de la oración “humilde y confiada” y exhortó a los seminaristas con estas palabras: “”Sentiros, hoy y siempre, testigos de la resurrección del Señor Jesús, sed misioneros y anunciadores a todos vuestros hermanos ruandeses de la presencia salvífica de Cristo”. (S.L.) (Agencia Fides 30/5/2003 Líneas: 40 Palabras: 557)
