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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Los cristianos con responsabilidades en el mundo de los negocios tienen el desafío de armonizar la legítima búsqueda del beneficio con una más profunda preocupación por promover la solidaridad y la eliminación de la plaga de la pobreza, que sigue afligiendo a tantos miembros de la familia humana”. Escribe Juan Pablo II en el mensaje dirigido a los empresarios cristianos, 80 de los cuales - líderes de importantes empresas de 27 países de los cinco continentes- se han reunido del 5 al 6 de marzo en la sede del Pontifico Consejo de Justicia y Paz en Roma, para una Conferencia de estudio organizada por el Dicasterio junto con la UNIAPAC (Unión Internacional de Empresarios Cristianos) sobre el tema: “El empresario, responsabilidad social y globalización”.
“La conferencia actual tiene lugar en momentos en los que el sector financiero y económico está tomando paulatinamente conciencia de la necesidad de profundos comportamientos éticos que aseguren que la actividad empresarial sea sensible a sus dimensiones fundamentales humanas y sociales”. “En un mundo tentado por el consumismo y el materialismo- afirma el mensaje del Papa - los empresarios cristianos están llamados a afirmar la prioridad del ser sobre el tener”. Y respecto a la globalización, Juan Pablo II señala que esta “realizada en el respeto de los valores de las diferentes naciones y grupos étnicos, puede contribuir significativamente a la unidad de la familia humana y puede permitir formas de cooperación que no son sólo económicas sino también sociales y culturales”.
Saludando a los participantes, después de haber leído el Mensaje del Santo Padre, el presidente del Pontificio Consejo de Justicia y paz, Cardenal Renato R. Martino, rindió homenaje al “duro trabajo del empresario que requiere creatividad y dedicación, realizándose en un ambiente extremadamente competitivo, donde algunas elecciones pueden costar mucho o incluso ser fatales para la vida de muchos. Está un juego - dijo el purpurado- la credibilidad misma del sistema económico, que permite a la empresa tener éxito y a la sociedad obtener ventajas”.
Por su parte, el Presidente del UNIAPC Eitenne Wibaux, después de haber recordado que en la actualidad tres billones de habitantes de la tierra viven en pobreza, citó la Populorum Progressio de Pablo VI, en la que afirma que “si la consecución del desarrollo requiere un numero cada vez mayor de técnicos, esto exige todavía más, hombres capaces de profunda reflexión, orientados a la búsqueda de un nuevo humanismo, que permita al hombre moderno el encontrarse consigo mismo, asumiendo los valores superiores del amor y amistad, de oración y contemplación”.
En la mañana del viernes 5, los participantes discutieron sobre las indicaciones trazadas por el profesor Juan Manzone de la Universidad Pontificia Lateranense sobre el tema: “La finalidad ética y social de las ganancias de la empresa”. Entre otras cosas señaló que “el beneficio, aun siendo el objetivo de la empresa, es siempre un parámetro crucial: es el medio para continuar haciendo comercio. El test justo para toda empresa no es el máximo beneficio, sino el llegar a unas ganancias suficientes para cubrir las inversiones realizadas en las actividades económicas y evitar así las perdidas”. “Uniendo el beneficio a la innovación- dijo también el prof. Manzone - el mercado ayuda a armonizar el interés individual de la empresa con el de la sociedad y los consumidores y por ello permite un interés generalizado... Una estrategia del beneficio aceptable no es el que desarrolla una posición de monopolio, sino la que busca identificar los puestos de fuerza de la empresa y de desarrollo con aquellos capaces de producir de forma eficaz nuevos productos y servicios”.
Sobre el tema de la corrupción en los negocios y la política, el francés Pierre Lecoc, presidente de Energy Automative System, recordó que “el poder y el tener, que en nuestra época se ha materializado esencialmente en el dinero, constituyen dos de las tres tentaciones del Demonio a Cristo después de los 40 día en el desierto”. La tentación de huir de las reglas, de engaños, de abusar de la confianza siempre ha estado presente en las relaciones comerciales y políticas. Una coartada usada con demasiada frecuencia es la de reclamar un sistema de fuerzas externas que ejercen presión sobre los comportamientos que deben realizarse. Pero detrás de toda decisión siempre hay un hombre que, solo ante su conciencia, decide el decir si o no a la tentación. “En todo tiempo - dijo Lecoc - una parte en nosotros sueña con encontrar los medios para huir de las reglas férreas de la competencia. La corrupción, bajo cualquiera de sus formas, es la expresión de esta actitud. Pero en todo tiempo, en cualquier lugar, ha habido hombres y mujeres que han sabido decir no, luchando contra la tentación a veces a muy alto precio”.
El ultimo argumento de reflexión de esta primera jornada de trabajos de la Conferencia ha hecho referencia a la responsabilidad social del empresario en la lucha contra la pobreza, en base a las indicaciones ofrecidas por el mexicano José Ignacio mariscal Torroella, presidente de la Marhnos. Sugirió, entre otras cosas, algunas iniciativas concretas actuales en su país para la solución del problema alimentario y el inicio de adecuados sistemas educativos, en particular, el apoyo del ahorro popular y el micro-crédito, en el contexto de las financias populares y de la economía solidaria. (SL) (Agencia Fides 6/3/2004 Líneas: 65 Palabras: 913)
