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Kigali (Agencia Fides) – “La heridas que el pueblo ruandés ha sufrido en su dignidad humana y religiosa son profundas, por ello además de cicatrizarse lentamente necesitan una adecuada ayuda espiritual, moral y psicológica. Os agradezco por este compromiso indispensable para que el trauma humano y espiritual pueda dejar puesto a la reconciliación y el perdón”. El Cardenal Crescencio Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, se dirigió con estas palabras a la Conferencia Episcopal de Ruanda con la que se reunió esta mañana, 28 de mayo, en Kigali. Se trata del primer encuentro de la visita pastoral que el Cardenal está realizando en el pías africano, donde permanecerá hasta el 31 de mayo.
Después de haber transmitido a los Obispos el afectuoso saludo del Santo Padre (“Tiene en mucho aprecio al pueblo ruandés, sobre todo por los tristes suceso del genocidio de 1994. El no deja de acompañaros con su oración y su bendición apostólica) el Cardenal Sepe constató que la situación se está normalizando, gracias al trabajo de la Iglesia en la superación de la situación critica: “Deseo que este proceso, todavía lejos de su cumplimiento pleno, pueda llegar a dar frutos cada vez mas numerosos: sobre todo la paz, la libertad, la serena convivencia de todos los ruandeses y el desarrollo del país”.
El Prefecto del Dicasterio Misionero se dirigió después directamente a los Obispos. “Vosotros sois los constructores de la nueva sociedad ruandesa, ya que de vosotros depende en gran parte la formación de los jóvenes, de las élites y de los líderes cristianos, los cuales podrán asumir con competencia su responsabilidad civil de vivir a la luz del Evangelio y de la fe en Dios”.El Cardenal se centró después ampliamente en el tema de la formación de los seminaristas, del clero y de los religiosos. “¡Es fundamental para vuestra Iglesia tener sacerdotes santos y convencidos de su vocación, de su elección!, dijo el Cardenal Sepe, invitando a cuidar la formación “desde los primeros días del seminario” y durante toda la vida del presbítero. Por último, el Cardenal exhortó a los Obispos a “permanecer siempre unidos en la colegialidad y en la comunión con la Santa Sede” frente a los problemas mas importante y espinosos de la sociedad. “La misma actitud recomiendo a vuestros sacerdotes y a todos los religiosos. El país necesita serenidad para resolver los numerosos problemas, pero sobre todo, necesita constructores de la paz y la unidad nacional sobre la base de la reconciliación, del perdón y del amor recíproco. (S.L.) (Agencia Fides 28/5/2003 Líneas: 34 Palabras: 451)
