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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Una vez mas la Basílica de San Pedro, ha abierto de par en par sus puertas a los enfermos, a vosotros que estáis aquí presentes y de forma figurada a todos los enfermos del mundo. Con gran afecto, queridos os saludo. Desde esta mañana mi oración ha estado dedicada de modo especial a vosotros y ahora estoy contento de reunirme con vosotros”.Con estas palabras se dirigió el Santo Padre Juan Pablo II a los enfermos reunidos en la Basílica Vaticana en la tarde del miércoles 11 de febrero. Después de la Santa Misa celebrada por el Card. Camillo Ruini para los enfermos y peregrinos de la Obra Romana de Peregrinaciones y del UNITALSI, con ocasión de la XII Jornada Mundial del Enfermo, el Santo Padre bajó a la Basílica durante el canto del Ave Maria de Lourdes a la luz de las antorchas, para bendecir a los enfermos y participantes.
“También hoy nuestra mirada se dirige hacia la venerada imagen de Maria que se encuentra en la gruta de Massabielle - dijo el Papa en su discurso. A sus pies están escritas las palabras: “Yo soy la Inmaculada Concepción”... Mirando a Maria, nuestro corazón se abre a la esperanza, porque vemos las cosas grandes que realiza Dios cuando con humildad nos hacemos disponibles para cumplir su voluntad. La Inmaculada es un signo maravillosos de la victoria de la vida sobre la muerte, del amor sobre el pecado, de la salvación de toda enfermedad del cuerpo y del alma”
El Santo Padre invocó después la protección maternal de la Virgen de Lourdes para los enfermos, médicos, enfermeras y trabajadores sanitarios y concluyó con estas palabras: “¡Gracias por la oración y los sacrificios que generosamente ofrecéis también por mi! Os aseguro mi constante recuerdo y con afecto os bendigo a todos” (SL) (Agencia Fides 12/2/2004 Líneas: 24 Palabras: 355)
