ASIA/SRI LANKA - LA MALA HIERBA DEL FUNDAMENTALISMO ENRAÍZA TAMBIÉN ENTRE LOS BUDISTAS DE SRI LANKA - IGLESIAS QUEMADAS, PROTESTAS, ACUSACIONES DE “CONVERSIONES FRAUDULENTAS”: LA RESPUESTA DE LOS OBISPOS

miércoles, 21 enero 2004

Colombo (Agencia Fides) – Circula la tensión y miedo entre los católicos de Sri Lanka después de las recientes agresiones sufridas por grupos budistas. Una ola de violencia contra la comunidad cristiana ha provocado en días pasados el incendio de dos iglesias católicas: el 18 de enero la iglesia de San Antonio en el pueblo de Pannipitiya y el 15 de enero la iglesia de San Miguel en Homagama, dos distritos a poca distancia de la capital Colombo. Pero en el periodo navideño (entre el 24 y 29 de diciembre) la organización Christian Solidarity International ha señalado otros 20 incidentes de ataques contra los cristianos de diversas confesiones, con un balance total de 15 heridos. Entre los episodios destaca el ataque a la iglesia católica de Nuestra Señora de Lourdes, el 28 de diciembre. En los mismos días la capital Colombo se ha visto afectada por manifestaciones en masa de monjes budistas y laicos cingaleses que protestaban por lo que ellos definen como “conversiones fraudulentas” realizadas por los cristianos, pidiendo a los políticos la aprobación de una ley específica que prohíba las conversiones religiosas. El punto de mira principal son las organizaciones caritativas cristinas como World Vision acusada de hacer proselitismo bajo capa de servicio social.
La tensión entre los cristianos y budistas es una novedad para la pequeña isla del subcontinente indio, inflamada por veinte años de guerra civil entre cingaleses (la mayoría de religión budista) y la minoría tamil (hinduistas). El conflicto terminó en el 2002 y ahora los tratados entre el gobierno y los rebeldes tamiles están en punto muerto desde abril del 2003. El país ha estado siempre invadido de un fuerte movimiento nacionalista de raíz budista que ha generado en la minoría tamil la percepción de ser discriminada de la vida política, social civil y cultural del país. Una situación que fue el preludio de la guerra civil que estalló a principios de los años 80.
Ahora son los cristianos los que se ven afectados. La muerte imprevista de uno de los mas altos representantes budistas de la nación, el Venerable Gangodawila Soma Thero, instigador de un fuerte nacionalismo budista, que murió a mediados de diciembre durante una visita a Rusia, ha creado hostilidades y protestas. Si bien la autopsia confirma la muerte por causas naturales (un infarto), algunos medios de comunicación del país han especulado sobre la “misteriosa muerte del monje”, indicando una posible conspiración de los cristianos. El venerable había fundado una “lobby” budista, la Sasana Sevaka Sangamaya que define las organizaciones caritativas católicas como “instrumentos de un poder diabólico para convertir al cristianismo a los budistas cingaleses”.
Después de los recientes ataques intervino el Arzobispo de Colombo, Mons. Oswald Gomis, Presidente de la Conferencia Episcopal: “Esta violencia debe ser condenada por todas las personas de sentido común. La Iglesia católica no realiza de ningún modo conversiones fraudulentas” afirmando que “aunque hubiese casos del genero, deberían ser afrontados de otro modo, no por medio de la violencia que solo lleva a más violencia”. El Obispo ha pedido a las autoridades civiles que den pasos concretos para prevenir otros incidentes.
Los Obispos de Sri Lanka por su parte, han condenado, en un comunicado oficial, el proselitismo, pero han defendido la elección personal de la conciencia de todo hombre de poder cambiar de religión, recordando que también religiones como el Budismo, el Islam y el Hinduismo están creciendo en los países occidentales, tradicionalmente cristianos. Los Obispos han expresado una grave preocupación y una firme condena hacia las leyes anti-conversión que los budistas quieren conseguir que apruebe el Parlamento del país: “Esta ley, si fuese aprobada, no haría sino polarizar en sentido confesional a la sociedad pero no resolvería el problema, antes bien aumentaría el odio entre las comunidades de religiones diversas”.
Con el aumento de la protesta y de la violencia, también la Presidente de Sri Lanka, Chandrika Kumaratunga, cingalés de religión budista, ha puesto en guardia a los budistas y cingaleses para no incitar el conflicto y no usar la violencia contra los cristianos y sus lugares de culto, bajo duras sanciones. En un llamamiento lanzado públicamente, la presidente ha invitado a toda la población y a los trabajadores de los medios de comunicación a promover la armonía étnica y religiosa en el país.
La Constitución de Sri Lanka reconoce al budismo una posición preeminente (los budistas constituyen el 65%) pero garantiza a los fieles de otras confesiones el derecho de practicar la propia fe libremente. El 15% de los 20 millones de ciudadanos son tamiles de religión hindú, los cristianos son el 9%, con el mismo porcentaje que los musulmanes.
(PA) (Agencia Fides 21/1/2004 Líneas: 58 Palabras: 793)


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