VATICANO - HOY FIESTA DEL BEATO PADRE PAOLO MANNA, FUNDADOR DE LA PONTIFICIA UNIÓN MISIONERA:”UNA ALMA DE FUEGO” ARDIENTE EN EL AMOR A DIOS Y A LOS HERMANOS

viernes, 16 enero 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – Hoy, 16 de enero, se celebra la fiesta litúrgica del beato Paolo Manna, sacerdote misionero del PIME ( (Pontificio Instituto de Misiones Extranjera) fundador de la Pontificia Unión Misionera (PUM), beatificado por el Papa Juan Pablo II el 4 de noviembre del 2001. En la capilla del Dicasterio misionero de Propaganda Fides, el Cardenal Prefecto, Creszencio Sepe, ha presidido esta mañana la concelebración eucarística en la que han participado oficiales y personal de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y de las Obras Misionales Pontificas. El Cardenal Prefecto ha puesto de relieve la extraordinaria actualidad de la figura del padre Manna, a quien tuvo la ocasión de conocer personalmente en el seminario de Ducenta, y la necesidad de trabajar también hoy para cambiar el mundo no con palabras sino con amor, el mismo amor demostrado por el Padre Manna definido como “alma de fuego” que ardía de amor a Dios y a los hermanos.
Paolo Manna nació en 1872 en Avellino y entró en el Seminario de las Misiones Extranjeras en Milán. Después de sus ordenación sacerdotal, en agosto de 1895 partió para Birmania (Myanmar) donde permaneció hasta 1907, con tres vueltas a su patria por tuberculosis lo que le llevó a declararse un “misionero fallido”. En 1909 fue nombrado director del periódico “Las Misiones Católicas” y publica Reflexiones sobre la vocación misionera. Reaviva en Italia la Obra de la Propagación de la Fe y la Santa Infancia y promueve otras muchas iniciativas de cooperación misionera. En 1919 funda la Unión Misionera del Clero, hoy Pontifica Unión Misionera, que Pío XII la definió como “la gema de la vida el Padre Manna”. En 1921 inicia en Ducenta (Caserta) el “Seminario meridional para las Misiones Extranjeras”. En 1924 fue elegido Superior general del Seminario lombardo para las misiones al extranjero. Y después el Primer superior general del PIME, fundó el 26 de mayo de 1926 por Pío XI uniendo los dos seminarios misioneros de Milán (1850) y de Roma (1817).
Nombrado en 1937 Secretario internacional de la Unión Misionera del Clero, publica un texto importante y que sigue siendo actual: “el problema misionero y los sacerdotes” y en 1941 un apenado llamamiento al mundo católico para la unión de los cristianos en base a su experiencia misionera. En los últimos años de su vida (1943-1952) el Padre Manna es Superior de la Región Meridional del PIME, querida y preparada por el. El 15 de septiembre de 1952 muere en un hospital en Nápoles.
El P. Piero Gheddo ha escrito de el: “Ha sido un gran escritor, superior general, animador misionero, organizador , hombre de ideas y de propuestas revolucionarias (fue el primero en Italia en lanzar la propuesta entre el clero y el pueblo para comprometerse en la unión de las Iglesias cristianas). Pero ha sido sobre todo un santo, que supo meterse en el proyecto de Dios con humildad, fidelidad y espíritu de sacrificio: un hombre que rezaba mucho y que, a pesar de salud siempre débil y quebradiza, realizó mucho. Su animación misionera era genial, arrolladora. Ha sido definido como “un alma de fuego”; era un hombre profundamente enamorado de Jesucristo, único amor de su vida”. (SL) (Agencia Fides 16/1/2004 Líneas: 41 Palabras: 561)


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