VATICANO - EL PAPA A LOS PARTICIPANTES EN LA CONFERENCIA DE LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA ALIMENTACIÓN Y LA AGRICULTURA (FAO): EL HAMBRE Y LA MALNUTRICIÓN, AGRAVADOS POR LA POBREZA CRECIENTE, REPRESENTAN UNA GRAVE AMENAZA A LA CONVIVENCIA PACÍFICA

sábado, 6 diciembre 2003

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – En la mañana del viernes 5 de diciembre, el Santo Padre, Juan Pablo II, recibió en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano, a los participantes en la XXXII Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). “Nuestro encuentro me permite expresar el aprecio de la Iglesia Católica por el importante servicio que la FAO presta a la humanidad – dijo el Santo Padre en su discurso - En nuestros días este servicio es más necesario que nunca. El hambre y la malnutrición, agravados por la pobreza creciente, representan una grave amenaza a la convivencia pacífica de los pueblos y naciones. Con sus esfuerzos para combatir la inseguridad nutricional que afecta a vastas zonas de nuestro mundo, la FAO ofrece una aportación significativa al progreso de la paz en el mundo”.
Considerando el lazo estrecho existente entre el hambre y la paz, el Santo Padre puso en evidencia que “las decisiones y estrategias políticas y económicas deben estar guiadas cada vez más por un compromiso de solidaridad global y por el respeto de los derechos humanos fundamentales, entre los que está incluido el derecho a la alimentación adecuada. La dignidad humana se ve amenazada cuando el pragmatismo, desligado de las demandas objetivas de la ley moral, desemboca en decisiones que benefician a unos pocos afortunados mientras se ignora el sufrimiento de enormes sectores de la familia humana”.
Por último, el Santo Padre hizo un llamamiento a todos los componentes de la sociedad, incluidas las confesiones religiosas, para que participen en este compromiso a la solidaridad, cada uno según sus competencias, con el fin de promover el bien de la humanidad. “Como en toda familia, es necesario mostrar solicitud sobre todo hacia los menos favorecidos y necesitados. ¡El mundo no puede permanecer sordo ante la súplica de los que piden los alimentos que necesitan para poder sobrevivir!”. (SL) (Agencia Fides 6/12/2003 Líneas: 33 Palabras: 369)


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